Hoy en día quejar a un magistrado del Poder Judicial y/o Ministerio Publico y/o del Tribunal Constitucional, hay que pensarlo muchas veces; teniendo en cuenta, la respuesta de éstos y las hospitalizaciones procesales de las cuales uno puede ser objeto, en los Procesos Judicial a su cargo; en otras palabras: los quejados buscan la forma de perjudicar al quejoso.
Al quejado no le importa si el justiciable tiene o no tiene el derecho; pues su respuesta es perjudicar al quejoso, dilatando el proceso injustificadamente y/o incurriendo en demora en resolver. los escritos presentados por el quejoso y/o no resolviendo los autos y las sentencias dentro de los plazos y términos procesales e incluso resolviendo contrario a derecho pese a que el quejoso tiene la razón.
Muchas veces en un Proceso Judicial no queda otra alternativa que congraciarse con el operador, ó cuestionar esta conducta, estos últimos son llamados peyorativamente como quejosos, o con más penuria: los quejumbrosos.
Debe existir un registro de quejosos, de quejados y de quejas, que haga visible el perfil del Magistrado y auxiliares de justicia, resulta ingenioso como frente a este vacío se han realizado construcciones que incluso los hacen inasequibles, así por ejemplo autollamarse la atención o llamarse severamente la atención en autos irrepetidamente– de lo cual no se deja mayor constancia y peor protocolización- para excusarse en el futuro, ante un reclamo mayor y posterior por el imperio de non bis in idem, tener libre albedrío para fechar las resoluciones y el antediluviano abuti, de los clichés: téngase presente, es la desmotivación o en todo caso la motivación aparente que campea en todas las resoluciones. No se diga mas, solo agréguese a los autos.-
En lo que respecta a los abogados, estamos olvidando que la naturaleza del proceso y particularmente la estación de la audiencia, tiene como propósito ser oído –(audicionado), y que como tal merecemos ser oídos (y comprendidos); no es admisible que los litigantes asistan a una audiencia donde el único acto sea el firmar, la oralidad es un principio básico que tiene su expresión en la inmediación ¿Cómo explicar un caso sui generis? ¿Cómo justificar la especial prontitud de una controversia? ¿Cómo explicar que la lid que ha perdido controversia?, convengamos que hay casos urgentes y otros que no lo son, ello tiene su contrapartida en costos procesales, el ahorro de providencias innecesarias, la uniformización de criterios, etc.
Por ultimo, no existe organismo de control eficiente, pues la mayoría, sino todos están construidos sobre el principio de los mosqueteros, y de ser primus inter pares, El defensor del usuario registral, Odicmas, Consejo del Notario, Jefes de Mesas de Partes, Oficina de quejas de Provias, Sat, Onpe, gerentes, administradores, muchos etcéteras, no importa cual sea el nombre, basta para nuestros propósitos sostener que son ineficientes y que su sola presencia burocrática contribuye a la corrupción, así pues la complejidad creada por los operadores, incentiva la aparición de decodificadores, las barreras burocráticas creadas por estos elitizan el acceso para ciertos tramites.
Desde mi esfera individual, cabe solo la reflexión y sugerencia: Quéjese; no se quede en el simple malestar, hágalas constar déles publicidad, pida copias de ellos, tenga presente la designación de operadores y avocamientos, use las herramientas que el sistema le ofrece, no haga como Hamlet, sino como Maquiavelo, al final del día ser amado y temido, también vale para la cotidianidad.
Así es Colega y usuario del Sistema de Justicia, haga valer su derecho y reclame ser atendido con respeto y eficiencia; así lo ha expresado en varias oportunidades el Doctor Nicolás Rojas Jurado lo cual comparto.
Luchemos todos juntos por un registro de quejosos, de quejados y de quejas, que hagan visible el perfil del Magistrado, el mismo que debe estar publicado en el Portal del Poder Judicial, del Ministerio Público y del Tribunal Constitucional.
Abg./Lic. Grimaldo Chong Vásquez M.Sc.
