Mi Señor Cautivo de Ayabaca

Mi Señor Cautivo de Ayabaca
Es un Señor muy milagroso. Ten fe

¿buscas justicia? tienes que luchar

¿buscas justicia? tienes que luchar
Los mejores soldados de la justicia son los que luchan

Ejercemos el Derecho con honestidad

Ejercemos el Derecho con honestidad
Luchar por la justicia se pierden muchas amistades

El Perú hoy necesita de Ti

El Perú hoy necesita de Ti
Dile no a los políticos tradicionales, si al cambio mejorando la calidad de vida

jueves, 21 de enero de 2010

Salomón juez sabio

Por aquel tiempo fueron a ver al rey dos prostitutas. Cuando estuvieron en su presencia, una de ellas dijo:

- ¡Ay, Majestad! Esta mujer y yo vivimos en la misma casa, y yo di a luz estando ella conmigo en casa. A los tres días de que yo di a luz, también dio a luz esta mujer. Estábamos las dos solas. No había ninguna persona extraña en casa con nosotras; sólo estábamos nosotras dos. Pero una noche murió el hijo de esta mujer, porque ella se acostó encima de él. Entonces se levantó a medianoche, mientras yo estaba dormida, y quitó de mi lado a mi hijo y lo acostó con ella, poniendo junto a mí a su hijo muerto. Por la mañana, cuando me levanté para dar el pecho a mi hijo, vi que estaba muerto. Pero a la luz del día lo miré, y me di cuenta de que aquél no era el hijo que yo había dado a luz.
La otra mujer dijo:

- No, mi hijo es el que está vivo, y el tuyo es el muerto.
Pero la primera respondió:
- No, tu hijo es el muerto, y mi hijo el que está vivo.
Así estuvieron discutiendo delante del rey. Entonces el rey se puso a pensar: “Esta dice que su hijo es el que está vivo, y que el muerto es el de la otra; ¡pero la otra dice exactamente lo contrario!”
Luego ordenó:
- ¡Tráiganme una espada!
Cuando le llevaron la espada al rey, ordenó:
- Corten en dos al niño vivo, y denle una mitad a cada una.
Pero la madre del niño vivo se angustió profundamente por su niño, y suplicó al rey:
- ¡Por favor! ¡No mate Su Majestad al niño vivo! ¡Mejor déselo a esta mujer!
Pero la otra dijo:
- Ni para mí ni para ti. ¡Que lo partan!
Entonces intervino el rey y ordenó:
- Entreguen a aquella mujer el niño vivo. No lo maten, porque ella es su verdadera madre.
1 Reyes 3. 16-27

Reflexiones

- La verdad siempre saldrá a la luz; de un momento a otro, de un día a otro, de un mes a otro, de una año a otro…entre más ocultemos las cosas, los hechos, más se evidencia el error, la falacia, el engaño. La salud psicológica, moral y espiritual está en reconocer la verdadera y propia condición humana actual.
- Algunas personas imparten su propia justicia, pero corren el riesgo de hacerlo inadecuadamente; por exceso o por defecto. En este sentido la sabiduría divina, no es algo de despreciar a la ligera, cuando pedimos en oración la orientación del creador.
- El verdadero amor procura el bien total del prójimo; el falso amor busca su propia conveniencia y satisfacción personal; esto último es una modalidad muy sutil de injusticia.

Facilitador: Abg./Lic. Grimaldo S. Chong Vásquez M. Sc.
Fuente: http://www.mailxmail.com/curso-autoayuda-antropologia-cuentos-2-3/salomon-juez-sabio