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domingo, 4 de septiembre de 2011

Como frenar la violencia contra la mujer



Susana Mendoza smendoza@editoraperu.com.pe



El desamor es letal. En lo que va del año, 48 mujeres dejaron de existir por esa fatalidad. Lo reporta el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público. Feminicidio le llaman, y no es otra cosa que el asesinato que se comete contra las damas por razones de género, por ser mujeres. Esposas, convivientes, hermanas o madres se convierten en víctimas. La misma institución reportó, el año pasado, 135 casos en total. Al sumar ambos registros, explica el gerente responsable, Juan Huambachano Carbajal, se evidencia una tendencia: el 55 por ciento de las víctimas son mujeres con edades entre 18 y 34 años, mientras que el 20 por ciento es menor de 18.

Del lado de los victimarios, 57 por ciento se ubica en el segmento de 18–34 años, y solo el 4 por ciento es menor de 18. Son jóvenes, pues, los que todavía consideran a la mujer como una ciudadana de segundo orden, no obstante algunos logros de equidad social manifiesta.

El experto explica que existen dos tipos de feminicidio. El íntimo y no íntimo. Se entiende que el primero lo cometen las parejas, exparejas o convivientes, y representa el 70 por ciento del total de casos.

Pero también un familiar, padre, padrastro o hijo, atenta contra la vida de la mujer integrante del hogar. Esta situación, reporta el 16 por ciento de la casuística.

En los denominados feminicidios no íntimos, el homicida no tiene relación de pareja ni familiar con la víctima. Son los clientes de las trabajadoras sexuales, por ejemplo, o compañeros de trabajo o desconocidos, que atacan sexualmente y asesinan a la mujer. Estos casos representan el 14 por ciento del total.





Problema

Para la socióloga e integrante del programa Derechos de la Mujer del Centro Flora Tristán, Liz Meléndez, no solo hay que explicar las razones del feminicidio, sino que es necesario desmitificarlo. "No son crímenes pasionales. Tampoco el agresor padece de alteraciones mentales".

El feminicidio, sostiene, es un problema social que que tiene que ver con las diferencias de género y el hecho de que a las mujeres aún se les ve como objetos.

Y es que no obstante que hace cerca de 30 años se hizo pública la violencia contra la mujer en los hogares, esta no disminuye, porque aún no cambia la organización social.

Lo que ha cambiado, dice Meléndez, son las situaciones. La igualdad ha sido asumida cuantitativamente y no cualitativamente.

"Las políticas para acabar con la violencia hacia la mujer privilegian la familia y la ubican en ese círculo cumpliendo el papel de cuidadora, madre de familia, protectora del hogar. Así, no se posiciona a la mujer como ser independiente. Las políticas responden a la forma cómo está organizada la sociedad que no la considera sujeto de derecho."

Para la especialista feminista, el Estado, vía el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (Mimdes), tiene que resolver una primera contradicción: ejecutar el Plan Nacional contra la Violencia hacia la Mujer a través del Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual que ya tiene. "Hay confusión", dice.

Y a lo mejor no solo eso. El Ministerio Público llama la atención sobre un hecho. El año pasado, 11 mujeres, antes de morir asesinadas por su pareja o expareja, denunciaron ser víctimas de violencia física. Recibieron las medidas de protección respectivas durante seis meses, pero amistaron con su pareja, y ocurrió el feminicidio.

"Tenemos que monitorear las medidas de protección. Nosotros logramos, mediante una resolución, estandarizar los procedimientos y especificamos medidas de protección, como prohibir el acercamiento del agresor al hogar de la víctima. Eso fue positivo porque no teníamos un marco de acción", comenta Huambachano Carbajal.

Por tal motivo, reconoce, por un lado, que la Fiscalía de la Familia debe desarrollar más medidas de protección, pero también debe ejecutarlas adecuadamente. Un plan de capacitación resolverá esta falencia. Pero lo que está pendiente es el trabajo intersectorial. Es la única manera, sostiene, de reducir los índices de este tipo de homicidio.





Reporte

1 Desde que empezó su registro en 2009, el Observatorio de Criminalidad reporta 337 casos de feminicidios.





2 Es decir, en el Perú, un promedio de 11 mujeres al mes muere asesinada en manos de su pareja, expareja o familiar.





3 De cada 10 mujeres, cinco tiene entre 18-34 años de edad. Dos son menores de 18 años. El 5% estaba gestando cuando fue asesinada.





Endurecimiento de penas

Ya la ministra de la Mujer y Desarrollo Social, Aída García Naranjo, ha dicho, en su alocución de ascensión al cargo, que será una prioridad para ella erradicar el feminicidio.

Para tal fin, presentará una propuesta de modificación al Código Penal destinada a aumentar las sanciones a quienes asesinan a mujeres por motivos pasionales. Pero cumplirá también con el mandato de la ley, que le faculta al ente rector, en asuntos de género, contar con 195 Centros de Emergencia Mujer (CEM) en el territorio nacional.

En la actualidad, funcionan 131 y en esos espacios se ofrece a las víctimas de violencia familiar y sexual, orientación integral, profesional y gratuita. Lo mismo se hace mediante el servicio Línea 100 de cobertura nacional, cuando se marca este número en cualquier tipo de teléfono.





Datos

El 29 por ciento murió asfixiada por su pareja; el 27, acuchillada y el 19, golpeada.

En 2010, los departamentos con mayor tasa de feminicidio fueron: Ayacucho, Tumbes, Madre de Dios, Huancavelica y Ucayali.